MANTENGASE ACTIVO - Yoga para la Tercera Edad

19.08.2013 11:01

MANTENGASE ACTIVO - Yoga para la Tercera Edad

Instructora de Yoga &Maestra Reiki

Monica Iznardo

 

En las culturas antiguas había un enfoque diferente respecto al hombre y la mujer de edad avanzada. Los ancianos de ésas culturas eran considerados depositarios de la experiencia y la sabiduría. Se los valoraba y cuidaba.

Por el contrario la tercera edad en nuestra actualidad y en nuestro sistema de vida es un tiempo de cambios profundos que si no es bien enfrentada, puede derivar en una crisis que dañe definitivamente la salud física y psíquica de las personas que atraviesan ésta etapa.

La disminución de la relevancia social, la violenta alteración de las relaciones interpersonales, el agobio de las enfermedades mal llamadas degenerativas o el temor a enfrentarlas, la pérdida o el alejamiento de los objetos de identificación (hijos, pareja), el frecuente aislamiento, el temor a la muerte, conducen a ésta personas a profundos estados de desencanto, agotamiento y depresión, llevándolos muchas veces a padecer enfermedades, y transitar una vejez con todo tipo de dificultades.

Muchas veces el sedentarismo, la mala alimentación (dieta irracional) el descontrol en adicciones, el estrés, es decir el maltrato al cuerpo en todos sus aspectos físicos, y psicológicos durante toda una vida, son la causa de las futuras dolencias, como enfermedades circulatorias, reumatismo, colesterol, problemas de presión, reducción de la capacidad respiratoria, molestias o enfermedades en la columna o en los huesos, como artritis ó artrosis, dificultades para ver u oír, entre otras.

Una persona puede tranquilamente llegar a edad avanzada lúcida y en excelente estado de salud, nunca es tarde para reaccionar. Todos los días estamos naciendo de nuevo con más experiencia y con más capacidad, solo hay que tomar "conciencia".

 

El Yoga resulta altamente beneficioso tanto en el aspecto físico como en el psicológico para la gente mayor.

A través de la práctica se podrá prevenir el deterioro ó envejecimiento prematuro del aparato locomotor y se mantendrán la espina dorsal y las articulaciones más flexibles y vitales. Las asanas pueden adaptarse para cada persona en particular, si tuviera trastorno en efectuarla, y son aptas para cualquier edad, además no estresan el corazón. Se aprende a respirar y relajarse, ayuda a combatir entre otras enfermedades la hipertensión, el insomnio y la fatiga crónica. Se mantiene cierta actividad física, evitando así el sedentarismo. Actúa sobre el sistema endocrino, haciendo más lento el envejecimiento celular, activa la circulación, reduce la pérdida de memoria y mejora el carácter entre otros beneficios.

Desde ya no solo hay que propiciar los aspectos benéficos sino que también los preventivos de la práctica, pero para cuando la enfermedad ya está instalada el Yoga nos aporta un complemento para la mejora de la salud.

Descubra sus propias zonas de tensión:

Todos somos diferentes y aprender a reconocer nuestros propios hábitos de tensión ya es la mitad de la batalla. Para descubrir alguno de los suyos intente el siguiente cuestionario que solo le llevara cinco minutos:

1-      Piense como está sentado en este momento.

2-      Leer un libro debería ser una actividad relajante, pero revise a cuantas zonas de su cuerpo no le ha llegado el mensaje:

o   Piense en las cejas: están juntas formando un ceño de concentración?

o   La boca: ¿tiene los labios fruncidos  o apretados?  y los dientes ¿están apretados tensando la mandíbula? ; la lengua ¿esta apretada contra el velo del paladar? La nota dura  y estrecha en lugar de ancha y blanda?

3-      ¿Tiene la barbilla hacia adelante, tensando la garganta y la nuca?

4-      Los hombros lugar favorito de las tensiones, nuestra mochila del alma. ¿Están levantados , aunque sea levemente hacia las orejas? ( levántelos y bájelos algunas veces si tiene dudas),

5-      Una de las formas más sutiles de acumular tensiones en el pecho y en el diafragma se es la mala respiración; fijase si el aire fluye o no libre y suavemente con facilidad, hacia adentro y hacia afuera. Cuando se está sentado debería haber una suave elevación y caída del abdomen superior mientras fluye el aire.

6-      Los brazos están pegados contra el cuerpo? Las manos, un lugar muy apreciado por la tensión ¿están tensas y cerradas? (aunque sea suavemente) y  los dedos están rígidos y rectos o solo el pulgar tieso hacia arriba? (Si le sucede cualquiera de estas cosas , mejor que deje las manos flojas desde la muñeca  les de una pequeña sacudida antes de seguir.)

7-      La espalda: Esta usted tieso como un soldado o arqueado en la parre inferior de la espalda y sacando barriga?

8-      Las piernas: están fuertemente unidas, o cruzadas, tal vez con las piernas y los pies entrelazado?

9-      Los pies: ( al igual que las manos acumulan especialmente la tensión) ¿tiene los dedos de los pies fuertemente curvados? (como para agarrar el piso) o están rígidos y tiesos? ; tal vez el dedo gordo apunta hacia el techo. Con frecuencia los dedos de los pies siguen a los de las manos.

No se desaliente si descubre que tiene muchas o casi todas estas aéreas de tensión, el secreto es volver a recordar cómo nos relajábamos, ya que usted abra desarrollado su propio modelo individual de tensión, y  es muy importante reconocer el vinculo entre la mente, las emociones y el cuerpo;  de modo que dese su tiempo para recordar ya que los resultados de aprender a relajarse bien vale el esfuerzo y esta es una de las  primeras acciones que podrá realizar en su  práctica yoga.

Después de esta lectura ha encontrado algunas aéreas de tensión, Bien ha dado una gran paso sintonizando con usted mismo.

Algunas técnicas para reducir esas  tensiones:

*      En momentos libres durante el día, piense en su cuerpo , buscando cualquier zona que este tensa.

*      Trabaje conscientemente en esa zona , por ejemplo : levantando y bajando los hombros, o estirando las piernas.

*      Espire hasta vaciar sus plumones y aspires profundamente por la nariz y luego espire en un largo y profundo suspiro tratando de igualar el tiempo de espiración con el de aspiración. Repítalo dos o tres veces y con el transcurso de los días aumente la cantidad de repeticiones

*      Sienta la energía que corre por su cuerpo, preparándolo para continuar su día

Ahora se debe sentir fresco y alerta

  • Ahora les dejo un poema que les ayudara a  deidir cuando comenzar sus clases de yoga :

 

¡Abran paso! ¡Abran Paso!

Paso a la brigada Zimer!

Algunos en sillas de ruedas,

Otros van sin ayuda.

Retrocedan

¡Y déjenlo pasar!

De camino van

A sus clases de Yoga.

Allí los dedos

De manos y pies moverán.

En tímida pose

Sobre un pie se mantendrán.

A un lado y a otro

La cabeza giraran.

De pie contra la pared

Las espaldas planas sentirán.

¿De dónde brota tanta energía?

¿Es tal vez del deseo de estar vivo?

¿De gozar del simple placer de la vida

Libres de Angustias, pesares y tensiones?

Acaban los ejercicios, viene la conversación;

De risas y charlas

Resuena el lugar

¡Que éxito esta empresa!

¡Qué digna de ver!

Termina la sesión

Con biscochos y te.

 

Autor : Grace Edwards

 

Monica Iznardo

Instructora de Yoga &Maestra Reiki

 

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